
Videojuegos que predijeron el futuro: ¿Coincidencia o visión profética?
Desde los inicios del medio, los videojuegos han imaginado futuros posibles, mundos alternativos o distopías tecnológicas. Pero lo que antes parecía pura ciencia ficción, en muchos casos ha terminado convirtiéndose en realidad. ¿Coincidencia? ¿Casualidad estadística? ¿O una muestra de cómo el arte puede adelantarse a los hechos?
A continuación, repasamos algunos de los títulos más sorprendentes que predijeron eventos reales, muchos de ellos con años de anticipación.
Deus Ex (2000): una ciudad sin Torres Gemelas
En Deus Ex, lanzado en el año 2000, los jugadores recorren una versión futurista de Nueva York donde las Torres Gemelas no existen. La razón técnica fue sencilla: no había suficiente memoria para renderizarlas. Pero en el lore del juego, esta ausencia se explica por un ataque terrorista que las destruyó años atrás.
Un año después, el 11 de septiembre de 2001, esa ficción se convirtió en una tragedia global. La coincidencia es tan inquietante como recordada: una narrativa imaginada para justificar una limitación técnica terminó anticipando un hecho histórico.
Metal Gear Solid 2 (2001): manipulación digital y fake news
Kojima Productions lanzó este título meses después del 11-S, y aunque fue criticado por su complejidad narrativa, hoy es considerado uno de los videojuegos más proféticos jamás creados.
El juego anticipa:
- La manipulación de información a través de internet.
- La existencia de inteligencias artificiales capaces de decidir qué contenidos ver.
- La erosión de la verdad en una sociedad saturada de datos.
Conceptos como la posverdad, los algoritmos de redes sociales o la censura algorítmica estaban todos allí, 20 años antes de que se convirtieran en tema central de debate social.

Watch Dogs (2014): vigilancia masiva y hackeo urbano
Cuando Watch Dogs se lanzó en plena era post-Snowden, ya hablaba de un mundo donde todo estaba conectado: cámaras, semáforos, bancos, registros médicos... y todo podía ser hackeado.
Años después, vivimos en una sociedad donde la vigilancia digital es una preocupación real, desde los teléfonos inteligentes hasta los asistentes de voz. Watch Dogs se convirtió en una alerta temprana de un futuro que ya es presente.
The Division (2016): pandemia y colapso social
En este juego de Ubisoft, una pandemia viral arrasa Nueva York durante el Black Friday. Las instituciones colapsan, la ciudad entra en cuarentena y surgen facciones que se disputan el control.
Cuando el COVID-19 golpeó al mundo en 2020, muchos jugadores recordaron The Division. Aunque más extrema y ficcionada, la premisa de una sociedad colapsada por una enfermedad global ya había sido simulada años antes.
Cyberpunk 2077 (2020): biohacking y corporaciones absolutas
Aunque no todo salió como esperaban en su lanzamiento, Cyberpunk 2077 plantea un futuro donde las grandes corporaciones controlan la vida diaria, los humanos se implantan chips de mejora y la identidad se vuelve líquida.
En plena era del transhumanismo, la biotecnología y la lucha contra el monopolio digital, Cyberpunk acierta en muchas de las tensiones sociales y tecnológicas del presente, incluso si las exagera al máximo.
¿Son los videojuegos oráculos modernos?
No. Pero sí son espejos creativos de las ansiedades sociales de su tiempo. Y en ocasiones, esa imaginación termina alineándose con los acontecimientos futuros.
Los videojuegos, al igual que la ciencia ficción, no predicen el futuro, pero nos preparan mentalmente para él. Quizás por eso, cuando algo que jugamos años atrás se convierte en realidad, lo reconocemos. Y nos impacta.